- 24 enero 2020
- Posted by: José
- Category: Directores
Para que la metodología Thinking-Based Learning (Aprendizaje Basado en el Pensamiento) sea efectiva, los estudiantes deben afinar al máximo habilidades como el pensamiento independiente, la capacidad comunicativa, la escucha activa, la empatía, la metacognición y la recopilación de datos a través de los sentidos.
El Thinking-based Learning (TBL) o Aprendizaje Basado en el Pensamiento es una de las metodologías activas más populares en el entorno educativo gracias a su utilidad para incentivar en el alumnado la capacidad para efectuar un aprendizaje más consciente y profundo que cambia la manera en la que aborda la información recibida.
Uno de sus mayores exponentes, Robert Swartz, la define como una metodología de enseñanza en la que la instrucción en destrezas de pensamiento se infusiona en el contenido del curriculum. De ahí que, para implantarla en el aula, los profesores deban animar a sus alumnos a utilizar sus habilidades del pensamiento, los nuevos hábitos mentales y la metacognición; todas ellas adecuadas para explorar en profundidad lo que están estudiando.
Así, y gracias a la interiorización de estos procesos, los estudiantes pueden transformar su experiencia de aprendizaje, pasando de la mera memorización a la comprensión profunda de los conceptos, lo que les permite poner relacionar las ideas con mayor facilidad. Y esto no solo tiene importantes beneficios a nivel educativo: dominar las destrezas de pensamiento proporciona una serie de habilidades que los estudiantes podrán aplicar a todos los ámbitos de su vida.
El hábito de pensar
Por ejemplo, los hábitos de pensamiento o hábitos de la mente (HOM) que desarrolla esta metodología proporcionan aptitudes que colocan al estudiante en una posición de control sobre sus acciones y decisiones. Tal y como apuntan diferentes expertos, el Aprendizaje Basado en el Pensamiento coloca al alumnado en el centro de su propio aprendizaje, por lo que pasa a tener un papel activo en la adquisición de nuevos conocimientos. Y esto consigue aumentar su interés y motivación.
Para conseguirlo, los alumnos deben transformar la manera de procesar la información del mundo que les rodea.Así, tienen que trabajar en los 16 hábitos destacados por los expertos Arthur Costa y Bena Kallick: persistir; manejar la impulsividad; escuchar con comprensión y empatía; empatizar; crear, imaginar, innovar; responder con asombro y sorpresa; tomar riesgos responsables; desarrollar el sentido del humor; pensar de manera interdependiente; permanecer abierto al aprendizaje continuo; pensar sobre el pensamiento (metacognición); ser precisos; cuestionar y plantear problemas; aplicar el conocimiento del pasado a una nueva situación; pensar y comunicarse con claridad y precisión; y recopilar datos a través de todo sentido.
Por el camino, no solo desarrollarán estas aptitudes de manera individual, sino también de forma global: en su conjunto, les permitirán mejorar su capacidad analítica, su pensamiento crítico y creativo e incluso su inteligencia emocional cuando aprenden a escuchar de manera activa, a empatizar y a dominar sus propias emociones.
Cómo desarrollar el Aprendizaje Basado en el Pensamiento
Cuando se trabaja esta metodología, se desarrollan de manera más profunda las principales habilidades del pensamiento de alto orden (HOT). En el libro ‘A taxonomy for learning, teaching and assessing: A revision of Bloom’s taxonomy of educational objectives’, Lorin W. Anderson y David R. Krathwohl definen las HOT como el uso extendido de la mente para enfrentar nuevos desafíos a través del pensamiento crítico y el pensamiento creativo. El investigador Robert Marzano identifica ocho variables que componen estas habilidades: comparando, clasificando, induciendo, deduciendo, analizando, construyendo, analizando perspectivas y resumiendo explícitamente.
Como recomiendan los expertos, la mejor manera de infusionar estas aptitudes con el currículo escolar con la intención de potenciar las capacidades del alumnado es mediante organizadores gráficos del pensamiento. Cada uno de ellos permite desgranar una idea en diferentes partes. De esta manera, se puede reflexionar sobre todo lo que rodea a un hecho histórico, una teoría filosófica o un ejercicio matemático de manera visual.
Fuente: Educación 3.0
https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/aprendizaje-basado-en-el-pensamiento/98505.html